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Empoderamiento de mujeres y jóvenes Asháninkas: Protagonistas del desarrollo sostenible y la agroecología
El empoderamiento de las mujeres y jóvenes Asháninkas es fundamental para el desarrollo social, ambiental y económico, así como para la gestión del territorio. Rosmery García Castro, de la comunidad asháninka Meritori, ha iniciado la transición hacia la agroecología en una parcela productiva de cacao, demostrando el compromiso de las mujeres con este enfoque. De igual manera, Onofrio Shintsicama Aurelio, de la comunidad El Palomar, comparte su experiencia en este proceso de transición.
El especialista de Humundi, Edy Palomino Arango, destaca que «las mujeres están en todas» las áreas de los Sistemas Alimentarios Sostenibles (SAS), reconociendo su participación y empoderándolas. Lideresas jóvenes de diversas comunidades participaron en encuentros y talleres con la facilitación de integrantes de Humundi, el Centro Emergencia Mujer (CEM), la DEMUNA y la Subgerencia de Comunidades Originarias de la Municipalidad de Pichanaqui y REDES. La lideresa juvenil indígena Miluska Valderrama, egresada del Instituto Tecnológico Asháninka, comparte su testimonio sobre el aprendizaje en la realización de injertos para mejorar los cultivos de cítricos y otros, contribuyendo a la economía de las familias y organizaciones productoras agroecológicas. Además, jóvenes asháninkas, estudiantes de secundaria, participaron en talleres sobre fortalecimiento organizacional, capacidades para la seguridad alimentaria, economía social y liderazgos colectivo-éticos para la promoción de un territorio justo, solidario y sostenible, evaluando los SAS. Finalmente, se realizó un taller vivencial sobre «Liderazgo y Estrategias Educativas» para docentes de las instituciones educativas de las comunidades Asháninkas.



Comunidades Asháninkas del Bajo Perené avanzan hacia sistemas alimentarios sostenibles con enfoque agroecológico y gestión territorial
Las comunidades Asháninkas del Bajo Perené están desarrollando prácticas agroecológicas en la producción de cítricos, cacao, café, bananos y otros cultivos, fortaleciendo su alimentación con la crianza de peces tropicales y aves. Este enfoque se basa en sus conocimientos ancestrales y su conexión con el entorno, gestionando recursos como el agua, la fertilidad del suelo, los bosques y la biodiversidad.
Junto con Humundi y Misereor, autoridades, dirigentes, organizaciones de la población y actores públicos y privados, se trabaja en la implementación de Sistemas Alimentarios Sostenibles (SAS) y la Gestión Territorial (GT). Se integra la participación activa de mujeres, niños y jóvenes en la gestión de su modelo de desarrollo, buscando el «buen vivir» con identidad cultural. El especialista en evaluación de proyectos, David Mercado, visitó parcelas productivas y familias asháninkas, verificando los avances en la implementación de la agroecología, el uso de abonos orgánicos y biocidas, la gestión del agua, la diversificación productiva y el desarrollo de cítricos, cacao, paltos, café y la forestación con especies nativas como el cedro.



Fortaleciendo la agroecología en comunidades Asháninkas del Bajo Perené a través de la capacitación y el intercambio de conocimientos
En la cuenca del Bajo Perené, las comunidades Asháninkas están fortaleciendo sus capacidades en agroecología a través de diversas actividades de capacitación e intercambio de conocimientos. Se han realizado pasantías en la Estación Experimental del Instituto de Innovación Agraria (INIA) en Pichanaqui, donde productores agrarios aprendieron sobre la importancia del análisis de suelo para mejorar la gestión de este recurso natural en la producción agroecológica. En un día de campo posterior, cincuenta productores visitaron el Jardín Clonal de Cacao del INIA, conociendo 16 clones de este cultivo de alta demanda.
Además, el ingeniero Aldo Estrella capacitó a jóvenes líderes de comunidades asháninkas en el cultivo agroecológico de banana y plátano en la casa experimental de la comunidad El Milagro. Estas iniciativas buscan brindar herramientas técnicas a las comunidades para optimizar sus sistemas productivos de manera sostenible, impulsando la transición hacia la agroecología y la mejora de la calidad de vida.







El Sistema de Garantía Participativa en Junín: Un Pilar para el Escalamiento Agroecológico
El Sistema de Garantía Participativa (SGP), implementado en el Perú desde 2005, ha sido un mecanismo fundamental para la certificación de la producción orgánica, promoviendo prácticas sostenibles y fortaleciendo la confianza en los mercados locales e internacionales. Esta iniciativa comenzó en las regiones de Cajamarca, Lambayeque, Cusco y Junín, con esta última destacándose como un actor clave en el escalamiento de la agroecología a nivel nacional.
El SGP permite a productores, consumidores y actores locales trabajar de manera articulada en la validación de estándares de producción orgánica. A través de este enfoque inclusivo, se fomenta la preservación de los ecosistemas, el acceso a alimentos saludables y la revalorización de los saberes tradicionales.
En el caso de Junín, el SGP ha sido un instrumento vital para consolidar redes de pequeños agricultores comprometidos con la agroecología. Su participación activa no solo ha mejorado la calidad de los productos, sino que también ha incrementado la visibilidad de prácticas agrícolas sostenibles en el ámbito regional y nacional. Además, el modelo ha servido como una herramienta para la cohesión social, al fortalecer las relaciones entre productores, organizaciones de la sociedad civil y entidades gubernamentales.
Innovación y Proyección
En el marco de la Ley N.° 29196, conocida como la Ley de Promoción de la Producción Orgánica o Ecológica, el SGP está en pleno proceso de modernización. Uno de los avances más destacados es la digitalización del sistema, que busca sustituir el uso de fichas físicas por un aplicativo móvil para agilizar la certificación de cultivos, crianza, transformación y comercialización.
Esta transformación, que se espera esté plenamente operativa para septiembre de 2025, marcará un hito en la evolución del SGP, facilitando la recopilación de datos y optimizando los procesos de evaluación. La región de Junín está preparada para liderar esta nueva etapa, reforzando su compromiso con la agroecología y sentando las bases para el desarrollo de un sistema alimentario más sostenible.
Reconocimiento al Aporte de Junín
El esfuerzo colectivo de los actores de Junín no solo ha garantizado el éxito del SGP en la región, sino que también ha demostrado que la agroecología puede ser una herramienta eficaz para enfrentar desafíos como el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad.
El Consorcio Agroecológico Peruano celebra el liderazgo de Junín en la implementación del Sistema de Garantía Participativa y su contribución al escalamiento agroecológico del país, reafirmando su compromiso con un futuro más sostenible para todos.



Fortaleciendo el Liderazgo y Emprendimiento de Mujeres Asháninkas en el Bajo Perené
En un paso significativo hacia el fortalecimiento de las capacidades de liderazgo y emprendimiento de las mujeres Asháninkas, el pasado martes 5 de noviembre se llevó a cabo el taller titulado «Liderazgo y emprendimiento para el desarrollo». Este importante evento reunió a lideresas de comunidades y organizaciones de productoras agroecológicas del Bajo Perené, provenientes de los distritos de Pichanaqui, Río Negro y Río Tambo, ubicados en la selva central de Junín.
El taller, diseñado como un espacio de aprendizaje, intercambio y empoderamiento, tuvo como objetivo principal fortalecer las habilidades de estas mujeres para liderar procesos sociales, económicos y ambientales dentro de sus territorios. Además, se resaltó la importancia del enfoque agroecológico como una estrategia clave para garantizar la sostenibilidad y resiliencia de sus comunidades frente a los desafíos actuales, como el cambio climático y la presión sobre los recursos naturales.
Las participantes compartieron experiencias y dialogaron sobre el rol crucial que desempeñan en la promoción de prácticas agrícolas sostenibles, la gestión adecuada de los recursos naturales y el impulso de economías locales basadas en la agroecología. A través de estas acciones, no solo contribuyen al desarrollo económico de sus familias y comunidades, sino también a la preservación de su identidad cultural y ancestral.
Este encuentro fue posible gracias al apoyo de organizaciones como Humundi y Misereor, así como de la Municipalidad de Pichanaqui, que reafirmaron su compromiso con el empoderamiento de las mujeres indígenas y la promoción de la agroecología en la región.
La participación activa y el protagonismo de estas lideresas en la gestión de sus territorios representan un ejemplo inspirador de cómo las mujeres Asháninkas están asumiendo un rol central en la construcción de un futuro más justo, equitativo y sostenible.
Junín continúa destacándose como un territorio clave en el escalamiento de la agroecología en el Perú, gracias a iniciativas como esta que promueven el empoderamiento de sus actores locales y refuerzan los lazos entre sostenibilidad, desarrollo y equidad.
Escalamiento de Sistemas Alimentarios Sostenibles: Un Enfoque Integral en el Bajo Perené, Junín







El joven Asháninka Henry Espíritu Caminiri, destacado promotor de desarrollo comunitario en el Bajo Perené, Junín, ha mostrado algunas de las tecnologías desarrolladas en colaboración con familias de productores locales. Este esfuerzo es el resultado de la intervención conjunta de Redes, Misereor, Humundi y las comunidades.
El escalamiento de sistemas alimentarios sostenibles es una estrategia esencial para enfrentar los desafíos de la seguridad alimentaria y el cambio climático. Este proceso implica la adopción y expansión de prácticas agrícolas que promuevan la sostenibilidad ambiental, económica y social. Fortalecer las capacidades de los agricultores mediante el acceso a conocimientos, recursos y tecnologías es crucial.
Entre las técnicas agroecológicas implementadas se incluyen la gestión de la fertilidad del suelo, el manejo del agua y del bosque, prácticas agrícolas sostenibles y el manejo integrado de plagas. Estas técnicas no solo mejoran la productividad, sino que también incrementan la resiliencia de los sistemas agrícolas frente a las adversidades climáticas.
Para que estos avances sean sostenibles, es fundamental contar con políticas públicas favorables y alianzas estratégicas entre gobiernos, sociedad civil, centros académicos y el sector privado. Estas colaboraciones facilitan la inversión y el desarrollo de mercados justos para los productos agrícolas sostenibles. Asimismo, la educación y sensibilización de los consumidores juegan un papel vital al promover la demanda de productos que respetan el medio ambiente.
La investigación y la innovación son pilares fundamentales que permiten adaptar y difundir prácticas exitosas en diversos contextos locales. Este enfoque garantiza un escalamiento inclusivo y efectivo de los sistemas alimentarios sostenibles, beneficiando a las comunidades y contribuyendo al desarrollo rural.
Con estas iniciativas, Henry Espíritu Caminiri y sus colaboradores están marcando un camino hacia un futuro más sostenible y resiliente para las comunidades del Bajo Perené y más allá.