Opinión Diciembre

POR QUÉ LOS PLAGUICIDAS DEBEN SER PARTE DE NUESTRA PREOCUPACIÓN

La tragedia que impulsó la creación del día del no uso de plaguicidas

Cecilia Mendiola

Una tragedia de grandes dimensiones en la India impulsó la creación de un día para reflexionar sobre el uso, gestión y disposición de los plaguicidas.

El 03 de diciembre de 1984, cuando todo el pueblo de Bhopal aún dormía, se produjo una explosión en una fábrica de plaguicidas que causó una gigantesca nube tóxica que invadió al tranquilo pueblo de Bhopal, en Madhya Pradesh en la India.   Un aumento de presión en el tanque de almacenamiento produjo una rotura de la válvula de seguridad y el gas, altamente tóxico, se dispersó por el pueblo.  Esta tragedia cobró una mayor dimensión ya que los sistemas de seguridad de la planta no funcionaron.

Murieron 16 000 personas, miles de animales domésticos, comerciales y silvestres, además se afectó los pozos de agua y las personas que la utilizaron se vieron gravemente afectadas. El gas que se escapó se llama isocianato de metilo (MIC), sumamente tóxico y se utiliza para fabricar insecticidas y otros usos hasta la fecha. Se absorbe por inhalación y a través de la piel, atacando el sistema respiratorio y circulatorio con síntomas parecidos a un ataque grave de asma.  Si se inhala por varios minutos produce la muerte por quemadura química de los pulmones y tiene efectos mutagénicos. 

En Bhopal, muchas personas perdieron la vista, el olfato, el oído y el tacto. Otros murieron por efectos secundarios neurológicos, inmunológicos y cancerígenos. Las mujeres gestantes abortaron espontáneamente, otras cuando dieron a luz, tuvieron hijos con malformaciones congénitas.  En muchos otros los daños genéticos y hormonales fueron evidenciados con posterioridad.

Los médicos que atendieron a las personas que llegaban casi ahogándose y con hemorragias internas no sabían cómo tratarlas ya que nunca la empresa informó que tipo de sustancias almacenaban en aquella fábrica.

Ahora, después de 40 años, la población sufre las consecuencias de aquella explosión, aún nacen niños con problemas físicos y psíquicos, ciegos y sordos, con enfermedades crónicas, problemas respiratorios, y cáncer.

Esta tragedia de tal dimensión llevó a las Naciones Unidas a establecer un día de reflexión sobre el uso, gestión de plaguicidas y conmemorar a los miles de personas fallecidas y afectadas por un descuido y falta de control.

El 03 de diciembre también debemos reflexionar sobre el terrible daño que los plaguicidas hacen a nuestra salud en forma crónica cuando se utilizan en nuestros alimentos en forma indiscriminada y sin cumplir con las especificaciones de fábrica y el periodo de carencia, además del daño que causan al ambiente, a los polinizadores y a la biodiversidad en general.

Es importante reconocer que los plaguicidas son venenos y si no disminuimos su uso nuestra salud, la salud del planeta y nuestra seguridad alimentaria están en riesgo permanente.  Existen alternativas como la agroecológica que no utiliza plaguicidas químicos y más bien hace control de plagas con métodos inocuos para cuidar la vida en todas sus formas.